Tras admirar las esculturas de Bernini, esta semana ha sido el turno de la escultura barroca española, también de temática religiosa, pero elaborada en madera policromada. Es la llamada 'imaginería'.
Podemos distinguir dos grandes escuelas en España: la castellana y la andaluza, pero no hay que olvidarse de la obra de Salzillo.
Las obras de la escuela castellana se caracterizan por su realismo violento y su exaltación del dolor y el patetismo. El escultor más destacado de esta escuela fue Gregorio Fernández.
Las obras de la escuela andaluza son igualmente realistas, pero son mucho más serenas y se recrean mucho menos en el dolor de las figuras. Para una mejor clasificación de autores y obras, hay que hablar de dos centros creadores: Sevilla, donde destacan Juan Martínez Montañés y Juan de Mesa, y Granada, donde Alonso Cano y Pedro de Mena son los máximos exponentes.
Por último, hablar de Francisco Salzillo, un escultor llegado de Nápoles que trabajó en la zona de Murcia, dominando tanto la elaboración de pequeños belenes como de grandes grupos escultóricos. Sus obras tienden a la dulzura y la elegancia con predominio de los tonos pastel, por lo que sus obras se consideran de transición entre el barroco y el rococó.
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